jueves, 24 de diciembre de 2009

Un “supermánager” en un equipo de formación. Por Gonzalo A. Gómez Valcárcel.

Un “supermánager” en un equipo de formación. Por Gonzalo A. Gómez Valcárcel.
Siempre he animado a Paco Rengel en este portal a que jugásemos al “supermanáger” de la ACB.COM y todas las temporadas hacemos nuestra liga privada. Él, y otros compañeros saben que soy de los peores de la competición, que no doy una y que si hubiera descensos directos en este juego o play-off para bajar de los de antes, yo sería de los que los jugaría siempre.
En estos momentos puedo decir que voy el último de la liga privada de la Web. Voy el 39º de 39º y a unos veinte puntos del penúltimo. Mi única defensa, que no es razón, es que no lo miro mucho y que en más de una ocasión he llegado a jugar hasta con dos lesionados, porque llega un momento en el que uno no tiene mucho tiempo para cambiar jugadores y pasan estas cosas…Además, me gustan más los torneos cortos cuando este concurso/juego se ha hecho más ameno (eurobasket u olimpiadas), pero no es excusa. Es imperdonable. Suelo jugar y fijarme en los jugadores exteriores porque es donde he jugado yo y creo que la clave está en lo contrario, en los interiores. Que tienen más valoración (rebotes y tiros cercanos)
Es curioso que en el tiempo que le dedicas a este deporte de formación y dentro de un equipo junior de Estudiantes, aparezca un jugador que sea un fenómeno de esto. Un chaval de 16 años que es capaz de estar entre los cinco primeros clasificados de algo a lo que juegan millares de personas de todo el mundo, porque la ACB llega a cualquier rincón y estarán representadas todas las nacionalidades y se jugaran en cientos de países. El número 1 es de Bétera (Valencia); el segundo es de Noblejas (Toledo); el tercero ya es de Badalona (más baloncesto); el cuarto de Madrid y el quinto Andrés Martínez, mi jugador, un base-escolta junior de primer año de Estudiantes. El siguiente madrileño no aparece en ninguno de los veinticinco primeros puestos.
Andrés Martínez es un chaval muy inteligente, que saca buenas notas en el bachillerato internacional (no se pierde con este juego,) del Ramiro de Maeztu, buen jugador de baloncesto, “demente” de “pro”, de Ramiro desde básica. Le llevo viendo jugar desde mini basket, ya que es de la edad de un sobrino.
Andrés es un gran conocedor del baloncesto ACB (algo que me alegra y le hace ser diferente a los que están siempre pensando en la lejana NBA), y hace poco me ayudó (de momento no se pueden ver los resultados), a que yo pudiera ir saliendo de mi propio pozo de liga privada en basketconfidencial, dándome unos consejos prácticos, aunque no creo que yo lo consiga. Ni con su ayuda. Aunque ya veremos como acaba esto. Al menos, después de sus consejos debo salir de los 4 últimos puestos. Ese es mi reto.
Ocupo en la general el puesto 273.950º y soy su entrenador. Él, que es el 5º del “universo” ACB, es el jugador al cual le digo quién tiene que jugar y que tiene que hacer. A lo mejor en el futuro me dedico a ver como lo hace él y le pido consejo para sacar a los jugadores que más valoración puedan tener (es broma).
La habilidad de este chaval para este juego es impresionante. Para estar ahí tiene que vigilar muchos factores pero reconoce que es muy azaroso. Tiene miedo de perder esas posiciones de privilegio (a veces ha bajado a puestos por debajo del vigésimo puesto), pero no se ha rendido nunca y vuelve a estar en portada del Top 5 con su nombre de “Moss-14” y su correo estudiantil “andres93estu”, por supuesto. Dentro de poco le pido el quinteto a jugar y los cambios. Así, a lo mejor, sacamos la mejor valoración y ganamos más partidos.
Menudo “cerebrito”.
Enhorabuena Andrés. Que sigas arriba siempre.
P.D.: Feliz navidad a confidenciales y no tanto, y que el año 10 sea un “10” para todos.

viernes, 4 de diciembre de 2009

David, un árbitro en el cielo

9 del 9 del 9. Fecha inolvidable Último hasta luego de mí, un hasta siempre para otros, un para siempre para los padres y familiares, amigos y novia, en el funeral de nuestro amigo y ex compañero David Perdiguero Rojo.
Para mí, David no se ha ido para siempre. Estará arbitrando esta temporada conmigo. Yo te llevare simbólicamente en mi silbato ROJO.
Aquella frase tan conocida de “que la muerte esta tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja” se me vino a la cabeza en seguida porque la tengo muy presente y porque me parece una manera muy positiva de vivir la vida, sabiendo que en cualquier momento no estaremos, que somos pasajeros transitorios de una vida corta o larga según se viva pero que somos mortales, demasiado mortales. Más de lo que siempre nos creemos.
David era un ser esplendido. Tuve ocasión de conocerle hace justo la mitad de los años que teníamos (tengo) ambos, con 18, cuando luchábamos por jugar a este deporte juntos. No lo logramos en Virgen de Atocha. Él no tuvo tanta suerte, yo sí. Pero el destino quiso que nos volviéramos a cruzar muy poco después en un campus de Aranjuez en 1993, ya como monitores. Un campus de jugadores, entrenadores y árbitros, la fórmula ideal que yo “grabe” en mi cabeza para realizarla más tarde en campus de Granada.
En la iglesia de nuestra señora de la consolación, consolación poca la verdad, se oficio el último adiós. Allí estuvieron buenos amigos árbitros de David. El sacerdote se acordó de todos los asociados de la A.M.A.A.B. en sus últimas palabras y el padre de David también dio las gracias a los árbitros por su recuerdo cariñoso hacia su hijo. En ese momento es cuando uno se emociona y le embarga la tristeza. Tal vez, cuando escuchas a su padre, te das cuenta de que se ha ido de verdad, porque yo no conozco un momento más duro que la pérdida de un hijo por parte de unos padres tan buenos, y, por primera vez en mi vida, lo pude vivir cuando les di el pésame a ambos. Desgarrador.
David era un árbitro de unos 2 metros de estatura. En los últimos años se cogía un partido para arbitrar como aquel que se va a jugar por placer a una partida de cartas. Nosotros veíamos el baloncesto de una manera muy parecida, no sólo porque fuéramos de la misma generación si no porque pensábamos prácticamente lo mismo e intentábamos, como ilusos, arreglar con palabras lo que no tenía solución en el mundo del arbitraje.
David era un héroe más de los que pitaban lo difícil. Ni partidos bonitos del “pastel”, ni grandes retos. El reto era pitar lo designado, lo marcado, vivir la aventura tocase lo que tocase. David no sabía de enfrentamientos entre equipos. Le ordenaban algo y David era un ser SIEMPRE servicial. Él se compraba su periódico antes del partido y se iba tan feliz a cumplir con su aventura dominical de pitar lo que hubiera que pitar. Igual era el que más sabía entender cómo se debe enfocar y arbitrar un partido.
A mí me sobrecogió tener que atravesar el colegio Montserrat para lograr llegar al funeral pues fue donde arbitramos juntos el último partido (de los pocos que nos daban de pareja a los “automaticos”-mote cariñosísimo hacía los autonómicos por parte de este “mundillo”).
David, quiero que tus desconsolados padres, familia, novia y amigos sepan que nos hemos acordado muchos de ti. Que no estás solo, que gente desconocida para ti y muy conocida en baloncesto me escribieron con cariño.
Ángel Goñi, Antonio Conde (árbitro Córdobes ACB, FIBA y Euroliga) de nuestra generación-1973-, Mª Luisa Glez-Bueno (fundación Estudiantes) fueron personas que me ayudaron a sobrellevar tu marcha. Ángel Goñi (nueve años ayudante de Pepu en Estudiantes ACB, y hombre clave en los triunfos del mismo) me decía en un email, tras un artículo escrito sobre ti el 27 de agosto: “Gracias Gonzalo. David, al cual no creo haber conocido, puede estar tranquilo y alegre, esté donde esté, porque una persona como tú lo va a recordar, de verdad, de corazón. Y va a gritar pidiendo un poco de razón en la sinrazón. Salud y gracias, y sobre todo un abrazo a ti y a los árbitros, amigos y familia de David”
David ya está en el cielo. Allí arbitrara otros partidos acordes a su corazón y, tal vez, vas a seguir arbitrando solo como yo en la tierra, y en mi último año (obligado por los clubes) como árbitro (esto ya no te lo puedo explicar).
Pero nosotros si tenemos un compañero oficial de mesa y tu lo tendrás también. Un gran oficial de mesa que también nos abandono este año (Rincón), al cual conocí en Cabrini en un torneo en 2008, y que se nos fue en una maldita carretera. Entre él y tú sacareis adelante otra competición mejor de lo que lo hacemos nosotros en este globo terráqueo. Os bastáis y os sobráis para sacar la competición del cielo, ese que no os quiso esperar porque, tal vez, y sólo, tal vez, os necesita allí arriba, donde todos anhelamos estar junto a vosotros dos algún día.
*Quiero dar las gracias a todos aquellos que acudieron a este numerosísimo funeral y a los que no pudieron por trabajo, y que tanto querían a David.

No te olvides del Genio

Vaya por delante decir, que el libro conmemorativo del sesenta aniversario del club Estudiantes escrito por los grandes periodistas Carlos Jiménez y Felipe Sevillano, es una auténtica maravilla y una joya. Gracias a todas las personas que aportaron tanto para que ese libro saliera a la luz. Esperemos que no sea el último…
En mi biblioteca personal ya está al lado de libros como “Cincuenta años de Baloncesto en Castilla” (también del gran Carlos Jiménez y por supuesto realizado también mano a mano con el magnífico Martín Tello.), y tantos otros…
Sólo un olvido, sólo un apunte a esos dos tomos.
Se olvidaron del Genio. O del mago…EUN-GENY-O Barrantes.
Arturo:
-Lancelot ¿cómo te ha ido por el norte?
-Hemos dejado a unos cuantos para que cuenten lo que ha ocurrido.
-¿Y a ti, Uryens?
-¡Victoria!
-Lot, ¿y a ti?
-Los invasores han retrocedido hacia el mar
-Gawain, ¿a ti?
-El Este es nuestro de nuevo. El Oeste está libre y con nosotros.
-¡Se acabaron las guerras! ¡Una tierra, un rey! ¡Paz!
El mago Merlín:
Un paso atrás. ¡Silencio!, Quietos. Así es. Contemplad este momento, saboreadlo, regocijaos todos en él. Regocijaos y no lo olvidéis nunca porque él os ha unido, ya sois uno bajo las estrellas. Recordad siempre esta noche. Esta gran victoria (…). Desgraciadamente la perdición del hombre es el olvido…
Comienzo de la época obscura…
(Rospo Pallenberg-“Le morthe D´Arthur”. Excalibur. John Boorman-1981).
Eugenio Barrantes. Geni, Geny, “el Genio” para mí, es el gran olvidado de este libro, por otro lado magnifico, insisto.
Geny ha sido y es para el Ramiro de Maeztu y para Estudiantes, algo más que el jefe de la cantina. Por él han pasado muchos años de estos sesenta años de historia del club. Por su cantina han pasado nombres ilustres de muchas épocas. Han desayunado, comido, merendado y cenado personas y personajes ilustres de Ramiro y Estudiantes, de arriba y abajo, de un lado y de otro. Directivos, entrenadores, padres, jugadores, delegados, fisios, prepas, etc, le deben recordar en vida a este gran ser humano.
Desde el primer día, “el Geni-o”(como yo le llamo), era la persona de confianza para resolver muchos problemas. Si necesitabas algo allí siempre estaba “Geny-”. Para comer cuando no tenias un duro, para dejar cualquier cartera olvidada de un amigo, para dar un recado a otro compañero, para avisar a un entrenador, para colgar cualquier cartel anunciando algo, para dar entradas del estu, para fiarte, para confiarte, con el “Geny-o” siempre podías contar PARA CUALQUIER NECESIDAD.
Desde que comencé de pequeño en el cole, mi familia me presento a las personas que más me podían ayudar. Geny, fue de las primeras que me presentaron. Cuando fui jugador del club también estaba allí en su cantina del foso de las escaleras al lado de los campos rojos para lo que fuera.
Luego, fui entrenador y circunstancialmente me toco entrenar a su hijo mayor Jose Luis (más adelante a su otro hijo Álvaro, pero ya en otro club). En un año polémico, al tener padres “managers” que tenían muchas “pelotas” (las de Héctor, por supuesto), él estuvo allí apoyando siempre al entrenador y portándose siempre como un caballero a pesar que un señor con barba, ex seleccionador-otrora Director Técnico de Estudiantes-, me corto la cabeza como entrenador en mi primera etapa en el “club de los entrenadores muertos” (el club que menos apoya a los entrenadores, de largo). A día de hoy todavía no sé ni las razones. Las excusas, todas… (1995).
En la Liga Interna de Baloncesto (LIB) que duro nueve años (1995-2004) y que nació de la nada, tú entrega fue máxima. Ponías carteles, fotos, me ayudabas a hacer licencias de la LIB, me ayudabas hasta en la entrega de la ropa y repartías las entradas equitativamente para que nadie se quedara sin ver los partidos del Estudiantes, ese club que teníamos arriba “El Norte”(Estudiantes), las personas del “Sur” (el Ramiro). Éramos los “pobres” y los de arriba “los Ricos”. Norte y Sur, o Corazón “Cyan”- Corazón “Azul Obscuro”, como en el escudo.
Ahora estamos ante “la última cruzada” después de 60 años (yo viví unos pocos) pero tu viviste demasiados, y tú, te marcharas a descansar en dos o tres años ganándote el descanso a pulso. La cantina la ocuparan otras personas y yo llorare tu marcha. Casi más que la actual marcha de este maldito y puñetero club.

jueves, 3 de diciembre de 2009

La foto de Fernando

La foto de Fernando. Por Gonzalo A. Gómez Valcárcel

Faltara muy poco para que se cumplan nada más que dos décadas del fallecimiento del primer español que piso la “luna” NBA, cuando aquello era una “luna” de verdad del “show time”, y lo veíamos todos como algo inalcanzable hasta para verlo por la televisión.
Fue ya hace bastantes años que apareció esta foto que acompaña a este artículo. Recuerdo perfectamente haberla sacado de un taco de fotos antiguas que teníamos revueltas en una mudanza forzada. Al sacar la foto, esta se rasgo y casi se queda en dos trozos.
Pertenece a la temporada 1980-1981. Fernando llevaba una camiseta al revés y cada uno lleva los pantalones que se agencian por su cuenta. O estaría seguramente Manolo Cavido por allí para arreglar todo (el gran delegado que convertía balones de fútbol en balones de basket por pura ¿magia?, pura gestión, que narices).
Esa foto, arreglada por el padre de Jota Cuspinera, que trabajaba en Kodak, revoluciono a la generación y compañeros de Fernando y les emociono mucho porque no la tenían y habían pasado muchos años de haber jugado con él y ya bastantes desde que se había ido para siempre.
La generación del 62 siempre le llamaba y le sigue llamando Fernando a secas, jamás utilizan el apellido. Fernando sólo hay uno y cuando hablan de baloncesto, al menos, tres integrantes de aquella plantilla Junior que tanto quería Fernando y le querían mucho a él, sólo existe Fernando como nombre y hombre.
Significa muchas cosas esta foto. Fernando fue subcampeón con el gran entrenador y también desaparecido Chus Codina, y con el famoso y mejor quinteto de la historia estudiantil junto a Del Corral, López Rodríguez, Slab Jones y Vicente Gil, pero a la vez esta foto representa el concepto amateur-profesional que imperaba antes y las ganas de jugar al baloncesto junior y jugar con sus compañeros de generación. De equipo de arriba a equipo de abajo.
Talán, Sacedo, Mosquera, Ortíz, Andrade, Muñoa, Pardillo, Fuentes, Jose Canales “Pilas”, Ángel Goñi (estos dos últimos en la “brecha” del club desde entonces”) y Calviño, eran sus compañeros a los qué, como me cuenta el entrenador de este equipo, Fernando tenía una gran estima y hacía lo imposible por estar siempre con ellos.
Me cuentan que siempre iba en cuanto podía a jugar con ellos y que Chus Codina le dejaba ir siempre pues antes no pensaban tanto en si se lesionaban los jugadores o no. Se preocupaban de que jugasen lo más posible para mejorar en su técnica ya que Fernando venía de jugar al Balonmano y comenzó tarde. Lo de las lesiones era muy secundario. Eran de otra pasta. Eso ahora, es al revés por completo. En “la Nevera” caminaban por las barandillas, se desplazaban para defender encima de ellas, hacían gradas y hacían trabajo técnico-físico dentro del propio entrenamiento. Eso del “prepa” son inventos de la época moderna y del musculito. Los entrenadores lo hacían todo. Estaban como motos, la verdad.
“Fernando preparaba sus bolsas (palabras del técnico en junior) pensando en jugar siempre con nosotros. Un día jugábamos en Claret y por las prisas en hacer la bolsa, metió en la misma unas zapatillas que no eran de baloncesto, enseguida me di cuenta, pero él era incapaz de dejar de jugar (y eso que estaba en el primer equipo). En un lance del juego rajo por completo la zapatilla por un lateral y cayó lesionado”
Fernando no se arrugo jamás. Se enfado el gran Antonio Díaz-Miguel porque ya hacía concentraciones con la española y posteriormente, y a pesar de eso, cuando el equipo Junior fue a jugar el campeonato de España, allí estaba él, viajando junto al entrenador y dos de su hijos hacía Valladolid en un Renault 12 familiar sin mediar palabra (Fernando era introvertido y reservado pero muy noble).
José Canales “Pilas” decía que: “Fernando era un tío que iba a muerte con todos nosotros pero, eso sí, si se le ponía un contrario delante y entre ceja y ceja, tenía las de perder, pues Fernando era un ganador nato”.
Fernando se nos fue en donde “peor” jugaba, la carretera, pero dejo muy arriba nuestro deporte y una estela de estrella inaccesible con sus escasos 2´05m.
Lo único y último que pude hacer con esa foto fue introducir una copia en un sobre, acudir en mi coche hasta Arganda del Rey en una fase final Junior, donde gano su hijo Jan con el Real Canoe N.C., y entregársela para que tuviera un recuerdo de su padre imborrable.
Pero imborrable fue su paso y los pasos que ayudo a dar al baloncesto que tanto nos gusta.
Eso sí, no se me olvidara nunca lo que me dijo Jose Canales: “Eso era Baloncesto”. Lo que vivió en su equipo Junior.
El Estudiantes no retiro la camiseta de Fernando Martín del número 11, si lo hubiera hecho no tendría ahora números con los que jugar porque por Ramiro han pasado jugadores con ese merecimiento. El Madrid, a pesar de que no formo al jugador, retiro la camiseta del número 10 del Madrid. Copias de la NBA. Fernando se formó en Ramiro, no en el Real Madrid ni en Portland que es donde ejecuto su juego y aprendizaje anterior.
Como reza una frase en un andén del Metro del campo de las Naciones de Madrid:
“La patria del hombre es su infancia”
En baloncesto, su formación.