lunes, 26 de julio de 2010

El Corazón del Ángel

08-01-2006 03:26:08
Gonzalo A. Gómez Valcárcel

1987. Alan Parker, gran director de cine, lanza a la gran pantalla la película que da título a este artículo. No fue una obra de arte porque, entre otras muchas cosas, es un film muy desagradable que habla de las posesiones del alma de los hombres, y de la venta de la misma al diablo.

Pasados casi veinte años, la película vuelve a 'realizarse' en España, pero con distinto director y diferentes protagonistas. Es como si hubieran hecho un 'remake' anticipado, antes del medio siglo de su producción.

Confundimos ficción con realidad y muchas veces tenemos la impresión de que va por delante lo primero. Y es que hay ocasiones en las que la ficción es tan real que nos cuesta una barbaridad diferenciarla.

Los lectores de este portal se preguntarán: “¿De qué va este tío?, ¿Qué nos esta contando?, ¿Qué tendrá que ver esta película con el baloncesto?, ¿Por qué escribe aquí y no lo hace en una revista de cine? ¡Qué pesado! ¿no?”

La verdad es que todas estas peguntas me las hago yo también, pero tengo la necesidad de explicar los paralelismos que existen entre una película, con sus personajes, y lo ocurrido hace muy poco en nuestro baloncesto patrio. Sí; ese baloncesto en el que mandan los señores de la FEB y que toman, a veces, decisiones un tanto demoníacas. Por eso la ficción se me ha adelantado por unas horas a la realidad y me cuesta mucho despertar. He aquí mi pesadilla:

Diciembre de 2005.

El señor Pesquera es destituido como entrenador del equipo nacional (vaya esta expresión en memoria del gran Díaz-Miguel).

2 de enero de 2006.

Se estrena en España el 'remake' de la película 'El corazón del ángel', aunque como suele pasar en el mundillo del cine y de las traducciones, hay lugares en donde piensan que la película se llama 'El corazón de Ángel', probablemente porque al ver la cinta se dan cuenta de que el gran protagonista es un hombre llamado Ángel precisamente.

Este día podemos ver cómo el director de este 'remake', el Sr. Alan Sáez, dirige con habilidad su peliculón: Primero, está decidido a darle el papel de protagonista a un actor consagrado como Mario Pesquera y que ha interpretado con él diferentes filmes rodados en la antigua Grecia, así como en un lugar tan inhóspito como Serbia. Pero llega la ruptura con este pequeño pero gran actor de inmensa y dilata experiencia, y el director prefiere trabajar con actores nuevos como pueden ser el señor Martínez, que acaba de dejar un rodaje a medias en Vitoria o el señor Louis Hernández, que se encuentra en esos momentos sin papel alguno. Todo para encontrar al adecuado, para ser su detective-entrenador 'in the movie'.

El gran director se asesora para otros menesteres, pero tiene muy claro quién desempeñará el papel protagonista y, a su vez, el rol de actor de reparto, a pesar de que sabe que en la película del 87 tienen casi la misma importancia. Un actor que comenzó de la mano de él mismo es elegido para encarnar el papel que interpretó Mickey Rourke antaño: 'Henry' Ángel Palmi es el elegido. Una dilatada carrera como actor polémico le ha valido el trabajo más comprometido, retorcido y enrevesado del celuloide.

Pero el director tiene una idea diferente sobre el film. Quiere para el papel interpretado por Robert De Niro al actor novel favorito y se lo ofrece al Sr. Louis Hernández, ideal por su parecido a Belcebú (con esa barba tan frondosa), y por esa personalidad tan indefinida que hace dudar al espectador si es bueno o malo y que dará un toque especial a la película. Es posible que el actor novel no consiga estar a la altura del De Niro del 87, pero este papel en España no lo puede realizar nadie mejor.

La producción de la misma corre a cargo del señor Gaby Caño, que es el que tiene la 'pasta' de los capitalinos y, aunque no se sepa de dónde se saca, lo importante es que la hay. Al fin y al cabo, si se gana un Oscar o alguien da una medalla, ya se tendrá dinero para devolverlo. El reparto es el mejor posible, ya sean protagonistas o extras (casi todos los extras tienen un Oscar y un Oro), y eso da razones para jugársela.

En este 'remake', el señor Alan Sáez cambia los papeles. 'Henry' Ángel Palmi será el que contrate los servicios del Sr. Louis Hernández para que éste se vaya a Japón a buscar a un desaparecido, un hombre llamado `Oro´ y del que sólo se conoce su nombre porque jamás se le había visto antes. Henry Ángel Palmi tiene que subir los honorarios del Sr. Louis Hernández según pasa la película porque este hombre quiere desistir continuamente. De hecho, dimite dos veces a su paso por Madrid, pero ahora le llega la hora, tal vez…

'El corazón del ángel' se hace cada vez más de cartónpiedra y el señor Louis Hernández vende su alma al diablo si es necesario para lograr su objetivo de encontrar al señor `Oro´. Si es preciso acabará con otros que buscan, y dicen que encontraron, a ese señor inexistente. Dicen que en Lisboa se le vio por última vez, pero a partir de ahí no se conoce su paradero. Es posible que en Madrid acabasen con ese personaje, y en el transcurso del film aparece una plaza de toros donde, tal vez, es cogido por un miura, pero la duda del protagonista es saber si fue él, el que lo mató, o fue en otras circunstancias. La verdad es que eso pertenece al pasado y ahora lo importante es buscarlo en Japón.

Está claro que no sólo existe un único corazón de ángel, ni tampoco un sólo ángel sin corazón. Hernández denota que es elegido por unas características especiales, y que tal vez no es el mejor detective, pero lo que importa es que se amolda a lo que quiere Henry Ángel Palmi de él. Lo meritorio no es que alguien sepa buscar bien, lo verdaderamente importante en este mundo es buscar junto a tu alma gemela. Puedes ser un gran detective, pero nunca seas persona opaca. Sé transparente ante el jefe, deja mandar y mandarás aunque abandones las pocas ideas que tienes.

Muchas veces todo llega por el trato exquisito, nunca por ser uno mismo. Eso está trasnochado y esos detectives que iban con la verdad por delante, jamás pueden trabajar con Henry Ángel Palmi. Ya sea porque no se adaptan, y el mundo no es para inadaptados, o porque hay que encajar aunque para ello sobre cuerpo y corazón. Lo verdaderamente crucial es el fin. Los medios no importan ya cómo sean. Esta película se parece a la original. Su final es muy complejo, difícil de entender, retorcido y demoníaco.

Lo que sí parece es que todo es muy ficticio… Lo único que tengo muy claro, personalmente, es que los 'demonios' dirigen este cotarro y mientras el corazón sea del 'Ángel' me parece que nuestro querido país olerá algo a podrido en lo que a baloncesto se refiere. Y habrá que ir con los jugadores, porque lo demás estará de más. Ellos mandan, con su Ángel… ¿exterminador? ¡Ah!, perdón, eso es otra película.

*NOTA: Pido disculpas a todos aquellos que no entienden ni JOTA de este artículo. Es posible que necesiten leer la sinopsis de esta película, si no la han visto. Yo tampoco entiendo por qué no están los mejores representando a nuestro país. Y eso sí que es peor.

domingo, 25 de julio de 2010

Colores primarios

Badalona 18, 19 y 20 de junio de 2010. Fase final A 6 de una competición menor para las federaciones (estas sí que organizan los campeonatos escolares de su comunidad, al menos en Madrid), pero mayor para la ACB y de una importancia singular para la mejor liga después de la NBA. Badalona ha sido el escenario de esta fase final por primera vez fuera de Madrid en nueve años (2002-2005 la inventa la fundación Estudiantes, actividad que crea y dirige Pablo Martínez; y ya en 2006 la ACB se hace con su organización hasta el día de hoy). En todos estos años la fase final es en Madrid. Badalona ha sido el ejemplo de como se pueden hacer las fases finales de una competición con una organización modélica, con todos los medios puestos al alcance de unos jugadores, técnicos, árbitros y padres para que se sintieran como si de algo más que un campeonato de España se tratara, sin nada que envidiar a lo que se ve en ciertos campeonatos de este tipo en esas categorías de base. El simple hecho de que existiera un ambiente cordial entre colegios venidos de todas partes de España y que la relación entre ellos fuera exclusiva de amistad ya lo considero un éxito por parte de la organización. Si a ello unimos que vas a la cuna del baloncesto y que sólo acudir allí y disfrutar de lo que la ciudad te prepara, el premio para, al menos los componentes de mi equipo, el Ramiro de Maeztu, era lo máximo a lo que podíamos aspirar. El resultado de la actuación se redujo en seguida a un segundo plano, aunque por lógica, nosotros teníamos la presión y hasta "la obligación" de llegar hasta la final.
Viajar desde el polideportivo Magariños a las 6 de la mañana de un viernes, llegar a comer a un hotel de cuatro estrellas, ver el partido inaugural acto seguido, acudir a la célebre Carpa Titus-me recordó mucho al pub, ya desaparecido, de baloncesto "Rebote" de Madrid- con los seis equipos de chicas y los seis equipos de chicos de Badalona, San Sebastián, Manresa, Valencia, Santiago de Compostela, Murcia, Madrid y Málaga (Guipuzcoanos, santiagueses, malacitanos y madrileños clasificaron tanto a chicas como a chicos). Después de Carpa Titus, a dormir para competir al día siguiente.
Se compite y cada equipo hizo lo que pudo hasta el final. El fracaso no existió y no creo que nadie pudiera sentirse así en una actividad donde prima lo lúdico, la diversión haciendo un deporte que aman los chavales, las aficiones viajando para ver a sus equipos (gracias pequeña Demencia por venir y animar al colegio, colegio al que jamás le abandonaste y donde naciste). Fue un torneo donde vi caras tan entrañables e históricas como las de Villacampa, Portela (ese señor que fue entrenador antes que presidente de la ACB), Margall, Franco Pinotti, todo un referente periodístico de años "a" para mí y de los pocos buenos periodistas que nos quedan…etcétera. Me pareció simpático ver al hijo de Rafa Jofresa en Badalonés (no pudo jugar por lesión) pues es una “fotocopia” de su padre, o que me pitara el partido final el hijo de Víctor Mas que es otra “fotocopia” más del padre. Aquello me pareció tan familiar que, a pesar de estar a más de 600 km de mi casa, jamás eche nada de menos Madrid. El baloncesto une por estas actividades, y los colores de cada equipo se convierten en primarios para cada centro escolar. El rojo de Colegio Badalonés, el azul del Ramiro, el rojo y blanco del SEK de Málaga, etc. Allí no estaban los colores del deporte del fútbol. No había blancos pues el blanco además es la ausencia de color, ni azulgranas- ningún equipo llevaba dos colores en sus camisetas- y por un momento me pareció el torneo por excelencia que se podía hacer exclusivo de baloncesto pues ni el Barcelona tiene colegio propio ni el Real Madrid tampoco, y uno que es de Ramiro desde “peque”, agradece que en los colores de la camiseta haya sólo colegios o "cunas " (bressol en catalán).
Uno que ya lleva seis torneos con Ramiro como entrenador de manera altruista, y que vivió de lleno su nacimiento junto a la fundación Estudiantes, se alegra de que los badaloneses hayan tenido la suficiente sensibilidad y que lo hayan trabajado tanto y tan bien, para que un torneo amistoso y amateur, haya calado tanto en los jugadores y técnicos que allí estuvimos. Fue una actividad realizada por profesionales ACB hacia chicos amateurs. Algo que desde hace muchos años se había olvidado. Recuperar valores perdidos en el baloncesto de base es el mejor regalo posible. GRACIAS BADALONA.
Quería dedicar este espacio final a Pablo Martínez porque sin él y sus ayudantes, jamás hubiéramos viajado a Badalona. El Ramiro no tenía número 4 en su plantilla. Este pertenece a Pablo desde que "jugaba" con nosotros…y lo retire porque era su número, el primero.

sábado, 24 de julio de 2010

EL AÑO QUE FELIPE NO FUÉ ´´REY´´

04-04-2004 01:24:17
Gonzalo A. Gómez Valcárcel

Felipe Reyes, campeón del mundo junior en 1999, se formó en la prolífica cantera del Estudiantes, donde empezó a jugar en la categoría de minibasket. Su formación académica, como todos saben, fue en el Ramiro de Maeztu. Todo el mundo conoce estos datos generales, pero les voy a contar una historia que viví muy de cerca y que muy pocos la saben.

En la temporada 93-94, Felipe era integrante del equipo infantil del Estudiantes que se clasificó para el Campeonato de España. Concluye la temporada, unas semanas más de entrenamientos y hasta la campaña siguiente. Entonces, cara a la 94-95, todo aquel equipo infantil A se somete a las pruebas pertinentes para entrar en el equipo A de su nueva categoría, ya cadete, concretamente el que sería el conjunto B en el club madrileño. Yo era el entrenador ayudante de ese equipo, mientras que el jefe era Manuel Núñez, que hizo un gran trabajo durante su etapa en el club. Pues bien, Núñez tomó la decisión –que yo apoyé– de que Felipe Reyes no reunía los requisitos para ser elegido entre los doce jugadores de ese año y decidió relegarle al equipo B de su edad, concretamente el cadete D del Estudiantes (A y C eran los de segundo año cadete, y B y D, los de primer año).

No nos ofrecía Felipe todas las garantías tras su etapa infantil. Medía lo mismo que un escolta de su edad, tenía una rodillera en la pierna derecha y le habían diagnosticado una dolencia relacionada con el crecimiento. O sea, que Felipe ese año no estaba para "reinar", y tuvo que conformarse con jugar muchos minutos en el equipo B de su edad y en una categoría federada de Madrid de las más débiles, ya que por encima había un total de 48 equipos.

Creo que ese año supuso para Felipe una cura de humildad que le llevó a tener un afán de superación que no tiene límites. Aquella fue una decisión complicada, ya que su apellido, con Alfonso triunfando en el Unicaja tras su paso por el primer equipo, pesaba bastante.

A la siguiente campaña, la 95-96, Felipe llegó desconocido después del verano: superaba los 1,90 metros y superó las pruebas con suficiencia. Lo fichó el mismo entrenador que le relegó un año antes y la suya fue la única incorporación nueva al equipo: se dio de baja a un base para que le dejara la plaza a él. Y este equipo cadete llegó al Campeonato de España con "La Bomba" Navarro (subcampeón con el Barcelona); Raúl López (campeón con el Joventut) y casi todos los del 80 famosos ahora (no entonces). Nos faltaba Pau, que ya saben que "apareció" tardíamente, en la categoría junior.

Yo ya no era ayudante de Núñez y me quedé sin ser entrenador de Felipe, pero siempre estaré orgulloso de haber compartido y tomado una decisión que siempre creímos que le cambió a mejor.

Para terminar, una curiosidad: ¿Qué número lleva Felipe en el Adecco Estudiantes? El mismo que sobraba aquel año en el que volvió a ser "rey": el 9. Algo, por tanto, habrá de cierto en la teoría de aquellos dos entrenadores, ya que el número favorito de Felipe Reyes es el 7.

¡Suerte, campeón!

viernes, 16 de julio de 2010

PANCHO JASEN Y LA FIGURA DEL ÁRBITRO

El último día del mes de mayo tuvimos la oportunidad y la suerte de poder entrevistar, con la ayuda inestimable del siempre infalible Jose Canales “Pilas”, alma y creador de los campus de ´´La cima del baloncesto´´ (desde hace doce años), al capitán del Estudiantes Pancho Jasen y le preguntamos sobre la figura del árbitro y en concreto incidimos más en los colegiados que le arbitran de la ACB. En el campus del club, que se está desarrollando en estos mismos momentos en Sierra Nevada (Granada) hasta el 19 de julio del año en curso (desde el 26 de junio) se desarrolla un taller de arbitraje que tiene siete años de vida y que lo realizan siete árbitros de la Federación de Baloncesto de Madrid. Esta entrevista se transcribe en su integridad y con el permiso del jugador en cuestión.
Pregunta: ¿Qué opinas, Pancho, de la figura del árbitro en baloncesto?
P. J.: ´´Yo creo que es una parte muy importante tanto como son los entrenadores y los jugadores y hacen que la calidad del baloncesto sea muy alta´´.
P: ¿Consideras al árbitro un deportista más?
P.J.: " Yo si lo considero un deportista más, creo que los árbitros son muy importantes y los considero un colega mío”
P.: ¿Qué consejo le das a un jugador del campus que tiene entre 8 y 18 años-edad con la que se acude a este campus-?
P.J.: " Un jugador siempre puede hablar u opinar pero lo importante es que se tenga respeto hacía el árbitro. El jugador debe saber transmitir un mensaje adecuado al árbitro, no tanto en el contenido del mismo mensaje, pues el árbitro puede equivocarse al igual que el jugador, pero lo más importante es tener respeto a la hora de comunicarte con ellos "
P: ¿Crees que es bueno que un árbitro haya jugado con anterioridad al baloncesto antes de realizar su labor?
P.J. " Para mí sí que es importante. Siempre que te encuentres familiarizado con lo que es el baloncesto y haberlo practicado como jugador te da una ventaja en el momento de poder convertirte en árbitro pues vas a vivir experiencias que las viviste como jugador y eso puede ayudar a cualquier árbitro a ser mejor "


P : ¿ Qué es lo que más valoras de un árbitro ?
P.J.: " Yo, lo que más valoro de un árbitro es la honradez y lo que es empatía. Honradez porque los árbitros tienen todo el derecho del mundo a poder equivocarse, al igual que nosotros fallamos canastas. Lo importante es que ellos te dicen y reconocen en muchos casos que se han equivocado y eso es muy importante. Sobre el hecho de la empatía me parece importante que ellos saben lo que le sucede a un jugador en momentos puntuales y los árbitros que manejan bien esas situaciones, para mí, son considerados los mejores "
P: ¿Animarías a un joven a probar el arbitraje después de su etapa como jugador?
P.J.:" Si que animaría a que arbitrara porque el baloncesto seguro que es un deporte que le gusta, que lo ama y que lo disfruta y siempre que se haga una actividad relacionada con un deporte que a uno le gusta me parece muy bien y si no puedes ser jugador porque las condiciones no te lo permiten o tampoco puedes o no quieres entrenar, o incluso, habiendo dejado de jugar profesionalmente no veo descabellado poder arbitrar y considero que debe de ser un mundo muy bonito"
P :¿Quién sufre más para ti en un campo de baloncesto, el árbitro o un entrenador ?
P.J. " Considero que sufre más un entrenador que un árbitro. La razón principal es que los entrenadores tienen un interés porque su equipo gane, por conseguir la victoria, sufren en muchos momentos del partido. Los árbitros considero que no lo sufren, les gusta lo que hacen y no tienen ningún interés porque gane uno u otro así que para mí siempre sufre más un entrenador"
P :¿ Crees que es bueno tanto cambio en el reglamento como estamos teniendo ?
P.J.: " Personalmente creo que no es bueno porque creo que puedes llegar a confundir a los jugadores. Pongo un ejemplo: las líneas del semicírculo, es una norma que ponen y quitan según la temporada y creo que es bueno que haya una continuidad en las normas y eso hará que los jugadores no nos confundamos y si nosotros nos liamos también hay que comprender que los aficionados no conozcan estos repentinos cambios y que sean los más confundidos y eso no es bueno "
P : ¿ Aportaría a un equipo profesional entrenar con un árbitro ?
P.J.: Para mí sí. Creo que nos puede servir para ir adaptándonos para lo que nos podemos encontrar después sobre todo en las correcciones. Entender y meternos en la cabeza de un árbitro es importante pues entenderíamos mejor las reacciones, lo que puedan pitar, las decisiones que tomen. Yo no lo he hecho nunca pero creo que sería una opción interesante"
P.: ¿Cuál debe ser el comportamiento de un jugador de formación en una cancha de baloncesto?
P.J.: " La de no perder jamás los nervios. Saber que las pulsaciones están muy elevadas y debes de contar hasta diez antes de dirigirte a un colegiado. Lo que debes hacer es jugar y abstraerte de lo demás.
P : Antiguamente se consideraba que el árbitro era un mal necesario. En el momento actual, y más en la ACB, el árbitro ha evolucionado muchísimo y es casi un bien imprescindible. ¿Tú lo crees así Pancho? Y de paso, ¿crees que es bueno que el árbitro siga tomando las decisiones aunque por ello no deje de haber errores humanos o prefieres que se metan “máquinas” como en la NBA para poder resolver partidos?
P.J. : "Siempre. Los árbitros también podrían solicitar que los jugadores fuéramos maquinas, que metamos todas las canastas y que no nos toquemos, por ejemplo. Me parece bien que existan aparatos como el “instant replay”, ese sí. Si esta ´´quedado´´, esta para ayudar y a veces en situaciones difíciles es bueno. Estamos en un baloncesto tan profesional y hay tanto en juego que no se pueden dejar situaciones al azar y el árbitro se puede equivocar y todo lo que venga para ayudar me parece bien pero siempre y cuando no sirva para que sea un juego donde todos los componentes del juego se puedan equivocar pues el baloncesto podría perjudicarse mucho por ello".
P : ¿ Crees que el árbitro de baloncesto debe de ser profesional ?
P.J.: " Me parece que eso es bueno porque enriquecería más a los propios árbitros. Estamos hablando de la mejor liga de Europa, segunda del mundo, por lo que creo que con más calidad aportemos los jugadores, entrenadores y árbitros, encontraríamos una liga de una calidad aun mayor de la que tenemos. El profesionalismo potenciaría la figura del árbitro y ayudaría a atraer a jóvenes hacia el mundo del arbitraje de una manera muy positiva"
P : ¿ Te parece que un partido puede cambiar en función del trío de árbitros que en ese momento te toquen en un partido ?
P.J.: " La opinión mía personal es que no voy pensando jamás en ello y no miro las designaciones y tampoco me fijo en si el arbitraje pueda ser casero, no casero, más duro, permisivo. Lo que uno intenta es salir a jugar y hacer el máximo. Puede haber momentos en que se nota la rigurosidad. En unos partidos notas que se permite un poco más, en otros menos, pero los jugadores ya somos muy inteligentes y ya sabemos cómo va a ser el partido y si se van a permitir más contactos y otros donde pueden ser más estrictos"
P: ¿Sabéis “quién es quién” en cada partido?
P.J.: "Si, sabemos quiénes son, igual que ellos saben cómo somos nosotros pero lo importante es saber si te van a permitir bloqueos defensivos en el lado débil, como van a tratar la defensa del poste bajo, o si dejan meter más la mano o no. Creo que el jugador que sea más inteligente y se sepa adaptar al arbitraje es mejor que el que no lo hace.
P: ¿Te gusta el nivel que tienen los árbitros ACB?
P.J. "A mí me parece muy bueno el nivel ACB pues creo que son de lo mejorcito y van a ir mejorando año tras año y es clave que tanto ellos como nosotros nos adaptamos con reciprocidad al otro”.
P : ¿ Recomiendas al jugador que no se signifique ni para bien ni para mal en un campo de baloncesto ante los árbitros?
P.J.: " El chaval que juegue y que se olvide del arbitraje. Lo que tienen que hacer es jugar, disfrutar, pasarlo bien y nada más. Debe el jugador estar preocupado de como tener que defender, como atacar por los movimientos, como para estar encima pendiente de los árbitros. Cada uno asume su papel, el jugador el suyo, el entrenador también y el árbitro lo mismo"
*Esta entrevista la realizamos y grabamos en vídeo en el polideportivo Antonio Magariños de Madrid el 31 de mayo de 2010 y le quería dar las gracias al propio Pancho Jasen por su accesibilidad. También me quería acordar de Anna Cardús (Barcelona) y de Emilio Pérez Pizarro (Ciudad Real), árbitros ACB, por ayudarnos a acercar más todavía al árbitro a los jugadores y entrenadores, tarea ardua y donde queda mucho por hacer todavía, en los campus de Estudiantes en Sierra Nevada (Granada).